Dos fotillos más

Posted by Hugo83 | Posted on 4:27

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Me la acabo de follar en su casa

Posted by Hugo83 | Posted in , , , | Posted on 2:37

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Maria es una mujer de 36 años, tiene una niña de año y medio y la conocí en el Metro. Coincidimos todos los días camino del trabajo. De tanto vernos día si, día también, empezamos a hablar "qué mal va el metro", "siempre hasta arriba"...
Entre toda la gente y las aglomeraciones diarias, poco a poco se fueron dando situaciones morbosas. Muchos días hemos tenido que ir bien pegados en el Metro y eso ha hecho que las conversaciones se fueran calentando poco a poco. Más de un día he tenido que irme al baño nada más llegar a la oficina y hacerme una paja del calentón que tenía.
María, a pesar de haber sido hace poco mamá, tiene un cuerpo que cuida a diario, con mucha gimnasia y sesiones de carrera contínua. Lo que destaca en ella es su culo, ummm, bien duro y muy bien puesto. Mientras subíamos las escaleras del Metro, no he podido nunca evitar clavar mis ojos en el, a faltar de poder clavar otra cosa.

Un día decidimos vernos fuera y tomar algo. Yo aún no sabía que tenía pareja y que tenía una niña. Yo iba a por todas, pero cuando me contó aquello, me corté bastante. Lo cierto es que si quedó conmigo sería por algo, y así fue.
Empezamos a hablar sin tapujos de lo caliente, morboso y cachondo que era encontrarnos por las mañanas en el Metro. La dije que me ponía mucho ponerme detrás de ella, con la polla bien dura, pegada a su culo. Ella admitió que alguna vez había sentido un bulto pegado a ella y que ya en casa, en varias ocasiones, se había imaginado el tamaño de mi polla. Admitió, también, haberse tocado pensando en ello.


La dije que no tenía más que pedírmelo y dejaría así de tener que imaginarse nada. Me la quería follar y resultó que María también. Jugaba con la pajita de su refresco y me dijo al oído que me la quería comer. No era el lugar, pero acordamos vernos una mañana que ambos libráramos y follar como locos.

Después de varias semanas en que no coincidían nuestras libranzas, por fin se dió que teníamos ambos las mañana libre y me dió las señas de su casa. Joder, resultó que su pareja era Guardia Civil. Uff, menudo morbazo follarte a la chica de un Guardia Civil. Me recibió con un vaquero y una camiseta negra de tirantes. Pasamos al salón, donde empezamos a hablar sobre vanalidades. Me estaba enseñando unas fotos cuando se cayeron al suelo y tuvo que agacharse, dejándome el culo a escasos metros de la cara. Me volvía loco, así que ni corto ni perezoso, planté mis dos manos en su culo y se lo estrujé con fuerza.

Ella dió un respingo de sorpresa, pero al instante lo sacó más y me miró con cara pícara. Los dos habíamos quedado para follar y eso era lo que teníamos que hacer.

Comenzó a quitarme la ropa. Yo hice lo mismo. Lo hacíamos con urgencia, pero no descuidamos comernos enteros el uno al otro. Pronto me dejó en calzoncillos, uff, la erección que tenía era de órdago. Se sorprendió, me preguntó que guardaba ahí abajo. Yo me bajé lo que me quedaba de ropa y dejé al aire mi polla.

Nunca he considerado que tenga un polla grande, son 18-19cm que están bien pero tampoco son algo como para poner la cara de sorpresa que ella puso. Estaba empalmadísimo, eso si era verdad. El tema estaba en que me confesó que su novio no la tenía, desde luego, como yo. La sonrisa que se le dibujó en la cara es la de alguien que ha encontrado justo lo que quería y sabe que va a disfrutar.

Comenzó a chuparme la polla despacio, mirándome a los ojos. Estábamos en el sofá del salón y al instante dijo que mejor nos íbamos a la cama para estar más cómodos. Ella iba aún con la ropa interior puesta, yo desnudo completamente, así que al llegar al dormitorio la puse contra la puerta del armario y la quité la poca ropa que aún tenía.

Aquel culo era maravilloso, así que en esa posición, la abrí las piernas y comencé a comerle el coño mientras la agarraba el culo con fuerza. Comenzó a gemir y me pidió que se la metiera, pregunté que si quería que se la metería sin nada y me dijo que usaba el anillo porque tenía alergia al latex. Estaba tan cachondo que se la metí sin pensarlo. María gritó, no sé si de dolor o de placer o de una mezcla de ambas. De espaldas a mí me ponía la mano en el abdomen, como intentando impedir que se la metiera toda, pero después de varias penetraciones, le quité las manos y se la metí entera. La empotré contra el armario y pareció perder las fuerzas. Me pidió que nos tumbáramos en la cama porque le temblaban las piernas.

Al sacar mi polla, me empujó contra la cama, se puso de cuclillas y me la chupó. Me masajeaba los huevos mientras mojaba perfectamente toda mi polla. Hizo como que me la mordía y acto seguido empezó a pajearme mientras me comía los huevos. Se puso de pie, se escupió en la mano para lubricarse el coño (aunque yo creo que no le hacía falta) y se montó encima de mi para empezar a follarme, primero despacio, y luego desenfrenadamente.

Menuda fiera, estaba claro que el Guardia Civil no le daba lo suyo y que lo necesitaba.

La di la vuelta porque quería tomar un poco el control de la situación y follarla yo. Así que empecé a darle duro, mientras ella me incaba las uñas en el culo y me decía que la follara bien fuerte.


De repente puso los ojos en blanco, comencé a moverse sin control y a gritar que se iba a correr. Yo seguí follándomela más fuerte y a animarla a que se corriera para mi y vaya si se corrió. Lo noté como pocas veces lo he notado. Primero con una contracción y después con sus muslos llenos de fluídos. Disminuí el ritmo aunque sin parar y ella cayó en un estado de letargo. Al abrir los ojos me confesó que con su chico no se había corrido nunca y que la última vez había sido con un compañero en la universidad. Un chico no puede pedir más, lo estaba haciendo realmente bien.

Dijo que me la quería chupar, así que me puse de pie y ella a cuatro patas en la cama y comenzó a chupar todos los restos de su corrida en mi polla. Umm, estaba cachondísima porque movía la lengua a una velocidad de vértigo. Yo me iba a correr de un momento a otro, pero aún quería follármela un poco más, así que la dije que tal y como estaba, a cuatro patas, me la quería follar.

Así lo hicimos y comencé a follarla de nuevo, agarrando bien fuerte sus nalgas. Ella volvía a gemir como una loca. Sin pensarlo la azoté en el culo y ella gritó de placer. Me dijo que la diera más, que le gustaba, así que mientras la follaba la fuí poniendo poco a poco el culo bien rojo.

Lo tenía delante, bien abierto y le pregunté su le gustaba el sexo anal. Me dijo que nunca lo había pobrado, así que le acerqué mi dedo índice derecho para que lo chupara y se lo metí en el culo, lentamente.

Al principio no decía nada, pero poco a poco noté como su culo se abría y mi dedo iba entrando cada vez un poco más. Al cabo de un rato mi dedo estaba dentro del todo y lo movía. Ella estaba super cachonda, me estaba follando ella a mí, pues yo dejé de moverme y era ella la que llevaba el ritmo. Seguí dándole azotes hasta que comenzó a decir que se iba a correr de nuevo, que no parara. Yo también estaba a punto, así que apreté los dientes y di lo último que me quedaba. Hundió su cara en la almohada para gritar porque se estaba corriendo otra vez.

Yo la dije que me iba a correr de un momento a otro.
- "Córrete cabrón, córrete mucho"- me decía.
Estaba a punto, me faltaba nada y en ese momento me dijo que dónde quería correrme. Sin dudarlo le dije que en su boca, así que ella se sacó mi polla del coño y se la metió entera en la boca. Me vine al instante, ahogándola con una abundante corrida que me sabía a gloria.

Sigo chupando hasta que me la dejó bien limpia. Nos tumbamos en la cama derrotados pero con una sonrisa de haberlo pasado genial.

¿Repetiremos?

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Posted by Hugo83 | Posted in | Posted on 7:41

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Posted by Hugo83 | Posted on 11:37

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Espero que os gusten...